- El presidente de la Fed de EEUU, Jerome Powell, prioriza la lucha contra la inflación y está dispuesto a ver un crecimiento negativo.
- Christine Lagarde, del BCE, transmite un enfoque equilibrado y de espera.
- Andrew Bailey, del Banco de Inglaterra, señala que la inflación ya está pasando factura.
Los aficionados al fútbol tendrán que esperar hasta el invierno para ver el Mundial, pero los operadores de divisas ya tienen su equipo de ensueño jugando en un panel. Las tres personas más influyentes en los mercados de divisas han aparecido juntas y han ofrecido una clara clasificación de sus respectivas divisas.
Considero que la caída del EUR/USD, y la mayor del GBP/USD, está plenamente justificada. He aquí el porqué.
El Rey Dólar: El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que el objetivo número 1 es lograr la estabilidad de los precios, y no quiere ni pensar en el desanclaje de las expectativas de inflación. Añadió que la economía estadounidense es fuerte y puede soportar unos tipos de interés más altos.
Y lo que es más importante, da clara prioridad a aplastar la inflación. Quiere enfriar la economía, y sólo “con suerte” evitar un crecimiento negativo. Entre los dos mandatos de la Fed, la estabilidad de los precios y el pleno empleo, Powell se centra claramente en el primero. Limitar la inflación significa tasas más altas, y eso es positivo para el dólar.
Euro mixto: La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha mantenido un enfoque equilibrado, quizá en consonancia con su papel de anfitriona del panel en Sintra, Portugal. Sus palabras llegan también después de que la inflación española alcanzara el 10%, pero la alemana retrocediera hasta el 7.6%, por debajo de lo esperado.
Su mensaje de actuar en función de los datos supone incertidumbre, lo que ayuda al euro frente a la libra, pero no logra vencer al dólar.
Libra deprimida: El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, lanzó un mensaje más sombrío, haciendo hincapié en el impacto causado por el aumento del coste de la vida, y diciendo que ya tiene su efecto. Esto significa que los británicos tienen menos dinero en sus bolsillos, y que el aumento de los precios ya está actuando para enfriar la economía.
Aunque dijo que el Banco de Inglaterra puede actuar “con fuerza” contra la inflación si es necesario, parecía reacio a respaldar un punto de vista agresivo.
¿Dijeron los banqueros centrales algo absolutamente nuevo? No. Sin embargo, tener a los tres en un escenario, hablando con calma sobre sus dificultades y sobre la política monetaria, es impactante. Es probable que la imagen de todos ellos juntos permanezca en la mente de los operadores durante más tiempo, ampliando la ventaja del dólar, el retraso del euro y la debilidad de la libra.